La bahía de San Luis Obispo ubicada en California, es uno de los lugares ideales para hacer kayak, por lo que muchas personas se dirigen hasta allí para practicarlo. Sin embargo hace poco unas mujeres experimentaron un insólito hecho con una ballena jorobada.
Como muchas personas que estaban en las tranquilas aguas, dos mujeres practicaban la disciplina, cuando de pronto una ballena salió a la superficie tragándolas por completo, ante la mirada de asombro y temor de todos los que estaban alrededor.
https://twitter.com/TVAztecaJalisco/status/1668319907451133954
Sin embargo segundos después, el animal las escupe, debido a que su garganta no tiene la capacidad de ingerir a un ser humano, motivo por el cual solo fue un gran susto para estas mujeres, quienes a pesar de lo que vivieron salieron completamente ilesas.
El hecho ocurrido con la ballena jorobada es más común de lo que parece
Esto hecho que se hizo viral hace poco sucedió ya hace casi un año, sin embargo ya han informado que ha sucedido con anterioridad, a pesar que solo pocas personas han logrado presenciar un momento tan impactante como este.
En el 2019 en el puerto de Port Elizabeth Sudáfrica una ballena se tragó a un operador aunque segundos después terminó escupiéndolo. Otro suceso un poco más reciente sucedió en Cape Cod, Massachusetts, Estados Unidos luego de que un buzo terminó en la boca de una ballena, pero luego lo soltó.
Según Nicola Hodgins de Whale and Dolphin Conservation explicó que: "la boca de una ballena jorobada puede llegar a medir unos tres metros, pero la garganta sólo tiene el tamaño aproximado de un puño humano y puede extenderse hasta unos 38 centímetros de diámetro para alimentos más grandes, lo que explica el por qué el animal devolvió a las dos mujeres a la superficie segundos después de haberlas capturado en su boca".
National Gregtaphic también sumó un interesante dato sobre las más de 90 especies de ballenas que existen: “los cachalotes son la única cuyas gargantas son lo bastante grandes para, técnicamente, tragarse a un humano, aunque las probabilidades de que esto ocurra son casi nulas, ya que los encuentros entre humanos y cachalotes son rarísimos”.