Dan Tillery es un hombre que tuvo un acto de buena fe y adoptó a Diggy, un pitbull. Desde que es parte de su vida, son inseparables y es como su mejor amigo.
Sin embargo, ahora están teniendo un gran problema con las autoridades. Ellos viven en Michigan, Estados Unidos, y en este estado hay una prohibición de la raza pitbull. Pero, Diggy es un bulldog americano (no un pitbull), pero como la policía cree que pertenece a la raza ilegal, lo ha puesto en una lista de espera para ser ejecutado.
Este problema ha puesto muy mal a Dan y no sabe como hacer para solucionarlo. Un oficial le dijo a Tillery, “Mira, basta que yo diga ‘pienso que ese es un pitbull’ para que sea suficiente. Tienes 3 días para sacarlo de tu casa”.
Ya de por sí, es una ridiculez que exista una ley contra los pitbull pero que encima Diggy que no es de raza también quieran que sea ejecutado ha superado toda la ridiculez de la situación.
Y tú, ¿Qué harías en el lugar de Dan? ¿Te mudarías de Estado?
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