Somalia tiene uno de los más altos rangos de mutilación genital en el mundo.
Somalia tiene uno de los más altos rangos de mutilación genital en el mundo.
Sin embargo, muchas activistas intentan cambiar esto y aunque suene un desafío imposible, ellos quieren romper un tabú.
Dhegacaade, que significaría “orejas blancas”. Lo llaman así porque el color de sus orejas es levemente más claro que el resto de su cara. Es cálido y amable, una persona en la que cualquiera confiaría de inmediato. Pero además, es gincólogo en Somalia.
En Galkayo el peligro es pan de cada día: Hay peleas entre tribus, hay piratas y, de vez en cuando, un grupo terrorista islámico llamado al Shabaab, amenaza a la población. Así que Dhegacaade tiene un arduo trabajo todos los días.
Pero ese no es el mayor problema de Dhegacaade: En realidad, lo problemático para él es el tabú del sexo en esta ciudad musulmana, tan conservadora. En esta zona del mundo las mujeres, por pura imponencia masculina, religiosidad y cultura, son sometidas a mutilación genital desde que son niñas.
Algunos creen que es para evitar que una niña sea “promiscua”. Otros afirman que es nada más por una cuestión religosa que debe ser respetada.
Grupos internacionales que luchan contra esta práctica, la llaman “mutilación genital femenina”, o MGF, pero Dhegacaade utiliza el término médico “, infibulada.” Pero nada podría describir tan cortamente de lo que se trata esta extraña práctica cultural: Cada pedacito de genital femenino se retira, con un cuchillo o una navaja y se cose desde donde nace el clítoris hasta donde termina la vagina. No se deja nada, excepto un agujero muy pequeño, para la orina y la menstruación. Con el tiempo, la herida se cura y la piel vuelve a crecer, cubriendo hasta lo que antes estaba expuesto.
Quienes apoyan esta práctica se basan en la “pureza” que debe conservar desde niña la mujer. Pero por lo que el personal del hospital en el que traba este ginecólogo, estas niñas son amputadas gran medida por una cuestión de masculinidad. “En el momento de la primera relación sexual, todo el mundo está esperando que el hombre debe romper lo que se ha cerrado”, explicó Abdullahi Dubsahare, ayudante de Dhegacaade también comprometido con la causa.
Pero cuando el procedimiento sale mal, cosa que sucede a menudo, las niñas corren muchos riesgos: pueden aparecer quistes o tejido cicatrizado que crece y se endurece durante años. Los hombres se encuentran con una vagina totalmente cerrada, que no pueden penetrar y, por lo tanto, un órgano que sexualmente no “les sirve para nada”.
Dubsahare, el asistente, afirma que la presión de la expectativa cultural se traduce simplemente en: “Si el hombre no puede abrirlo, el hombre no es nada.”
La eliminación de la MGF (Mutilación genital femenina) ha sido una lucha promovida a nivel mundial durante décadas, y pese a haber sido incluida en múltiples debates, todavía esta práctica cultural no ha podido ser eliminada
El plan más reciente de las Naciones Unidas para el progreso global, lanzado a principios de este año, llama explícitamente a terminar la MGF en todo el mundo.
En agosto, el ministro de las mujeres de Somalia, Sahra Mohammed Ali Samatar, pidió la prohibición de la práctica, y los legisladores están todavía redactando una ley que debería ser ejecutada el año que viene.
En Galkayo, sin embargo, algunos somalíes han luchado contra la MGF por décadas. Dhegacaade es uno de ellos. Hace veinte años, interrumpió su vida relativamente fácil en Italia, donde había estudiado medicina, para pasar largos meses en Galkayo y, una vez allí, poner en marcha el hospital donde actualmente Dhegacaade trabaja.
Hace diez años, regresó definitivamente a su ciudad natal, reclutó y entrenó a otros médicos, y construyó una instalación muy reconocida en su país. Este admirable ginecólogo, trata todo tipo de enfermedades, pero es un apasionado sobre el cuidado de la salud reproductiva de la mujer.
“Hemos pasado un infierno de un montón de dinero, tiempo, recursos sobre la MGF, pero el impacto no es satisfactoria”, dijo a BuzzFeed Noticias en su despacho, flanqueado por los carteles de las Naciones Unidas exigiendo el final de la MGF. “El verdadero problema es [el] tabú. Le damos un tabú … ¿Cómo vas a [final] esto si no romper la barrera social? “
Este médico ha basado su carrera en un complicado problema: Resolver un tabú cultural, que lleva cientos de años en la impronta de estas comunidades tan alejadas del mundo occidental y por tanto, nos atrevemos a decir, Dhegacaade es uno de los médicos más admirables que existen en la actualidad.
Fuente: Buzzfeed
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