El día que los dos perritos llegaron a 'Gran Hermano', todos los participantes se emocionaron de inmediato, por lo que de una vez comenzaron a darle muchos mimos y también le pusieron nombres; Moro y Caramelo. Luego se dieron cuenta que uno de ellos era ella y lo cambiaron a Mora.
Sin embargo, el hermano mayor ha hecho constantes llamados de atención sobre ellos, debido a que les pide que esten pendientes de sus cuidados, por lo que los participantes se pusieron de acuerdo para darle su alimentación a diario.
Ademas los perritos ya tienen hogar una vez que se vayan de la casa, debido a uno se irá con Romina y el otro con Marcos. No obstantey mientas eso sucede, aún pertenecen a la casa más famosa del país, por lo que estan expuestos a la mirada de todos.
En muchas ocasiones los perros se vieron cerca de situaciones con mucho peligro, incluso uno de ellos cayó de manera accidental a la pileta, pero de inmediato fueron rescatado por uno de los integrantes de la casa. A pesar de que no pasó a mayores todos recibieron un llamado de atención.
Ante todo eso, el veterinario de las mascotas Gustavo Marín, habló sobre ello: “Nosotros no vimos nada. Si realmente fuera peligroso para ellos o no estuviera de acuerdo creo que levanto la voz, hablo con producción y los perros se van en el acto, o la producción misma diría que no los están cuidando, pero no pasa eso”, destacó.
'Gran Hermano' estará atento ante cualquier situación que ocurra con los perritos
“Estamos alertas, no obstante yo igual agradezco que la gente cuente, porque a veces yo me entero de cosas porque la gente te escribe, muchos por Instagram. Muchos con cuestiones como por favor, que se lo lleve Marcos, es el más responsable, no se lo den a Romina’”, sumó.
“Lo que les dejamos en claro es que en lo posible les dejen hacer una vida libre, que no estén todo el día a upa, porque en realidad van a reaccionar, les va a molestar. No todos los perros son iguales, son como nosotros, hay gente que tiene carácter mejor, otra peor".
"Los perros son iguales y hay que respetarlos, y el respeto implica darles su lugar de animal, cosa que no sucede en muchas familias. Hoy los perros hacen colecho con la gente, se ponen botitas, ropitas, cositas, son perrijos que están integrados de una manera tal a las familias que hasta un punto está bueno, pero llega un punto en que hay que poner límites porque eso no les hace bien a ellos y eso va a pasar con mucha de la gente que nos está escuchando ahora, que por ahí los humaniza de tal manera que no está bueno”, reflexionó.
“Para mí es indistinto, no tienen por qué vivir juntos, creo que a cada uno le haría bien tener su familia, pero también podría pasar que vayan juntos y estarían bien, pero no me parece que sea una condición sin que no decir que tienen que irse juntos”, finalizó su extensa opinión sobre el tema.