Antes de que ocurriera la Gala de Eliminación de Gran Hermano, en la que Thiago Medina acumuló el 56.9% de los votos para abandonar la casa más famosa; las concursantes del reality hicieron una limpieza en la casa y hallaron una muy desagradable sorpresa en una de las sillas.
Aunque inicialmente apuntaron a que los autores de la desagradable mancha sorpresa eran los hombres, luego las miradas se pusieron en Julieta Poggio.
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Fue Romina Uhrig quien se encontró primera con las manchas marrones en Gran Hermano, luego Lucila Villar confirmó que se trataba de rastros de excrementos. Ante esto, La Tora comenzó a preguntarle a todos si fueron los que mancharon el almohadón, y cuando le llegó el turno a Julieta Poggio, la joven no respondió, y eso hizo que en redes sociales empezaran las especulaciones.
Gran Hermano: el incidente escatológico que provocó revuelo
Lucía, en un tono alterado, dijo a los participantes que disfrutaban en la piscina: “Chicos, quiero decir una cosa. Ahora también le voy a decir a Ariel y a Thiago”. “En la silla hay un pedazo de mier... Esto es caca. Sí, es caca”, agregó.
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Extrañado, Maxi emitió una respuesta:“¿Cómo va a ser caca?”, quien no dudó en acercarle el almohadón a la cara para que lo verifique por sí mismo. “Uf. Es caca”, confirmó el joven oriundo de Córdoba.
La Tora, al exponer la vergonzosa situación, quiso buscar al responsable: “A ver los culos de todos”, dijo Lucila, inspeccionando a sus compañeros. “Tenés que ser un enfermo, cómo hacés eso”, se quejó Maxi. Finalmente al no hallar a un culpable, la joven procedió a lavar el almohadón.
Alfa también añadió comentarios. “¿De quién fue la cacona?”, preguntó en la habitación. “No te voy a decir porque podemos dañar su reputación”, le contestó Thiago, tratando de guardar el secreto.
“Si, se puede dañar la reputación de Julieta. Más vale no decir nada”, añadió Walter entre risas, dando por sentado que se trataba de la actriz. “Pobre, le puede pasar a cualquiera. Ya está”, planteó Agustín sin tener certezas al respecto.