Desde que Santiago del Moro anunció que cambiarían las reglas al ingresar seis nuevos integrantes en 'Gran Hermano', todo dio un gran giro, debido a que por unos días, cada participante contará con la compañía de uno de sus familiares.
Sin embargo, para Fabián el sobrino de Romina la estadía fue muy corta, debido a que el resto de los participantes decidió que se fuera este miércoles, recibiendo un total de 14 votos, causando una molestia inmediata en su tía que casi de inmediato abandonó el living.
La ex diputada se fue a su cama muy triste por la salida de su sobrino, expresándole sus sentimientos a Julieta: “Es recontra cruel, muy fuerte. Como dice Santi es verdad que tenés que estar preparada del corazón y de la cabeza, es muy fuerte”, reveló.
Romina fue objeto de criticas cuando entró Fabián, debido a que estaba esperando la llegada de sus hijas y no le prestó mucha atención, pero debido a la reglas de la producción, esto no pudo ser y su lugar fue ocupado por su sobrino, a la cual ella le hizo muchas preguntas sobre como se encontraban las pequeñas.
La decisión de la producción de Gran Hermano de invitar a familiares de los participantes a convivir por unas horas en la casa más famosa de la televisión, ha significado un cambio de aires dentro de reality, el cual ya está en la etapa final.
Y, aunque la mayoría de los participantes se mostraron plenos y felices con la llegada de familiares al concurso y con esto la oportunidad de compartir con ellos, no fue así para todos los concursantes. Previo al ingreso de los familiares en Gran Hermano, cuan do Santiago del Moro anunció que llegarían seis personas a la casa, hubo todo un revuelo y expectativas de cómo sería el encuentro y la convivencia con los de nuevo ingreso.
Uno de los primeros en recibir la sorpresa de Gran Hermano fue Marcos Ginoccio. “Se llama Valentina, es su hermana, vive en Francia con su pareja y está muy nerviosa”, anunció el conductor al darle ingreso a la participante.
Marcos y su hermana no se veían desde hace un año, por lo que se fundieron en un emotivo abrazo. Desde ese momento, la expectativa estaba centrada en Romina Uhrig, quien mostraba algunas lágrimas de tensión y emoción en su rostro, a la espera de ver a sus hijas en cruzar por la puerta de entrada.