La nueva temporada del Bailando se estrenará el 22 de agosto por la pantalla de América TV, según indicó Marcelo Tinelli. Por ende, los preparativos para dar la bienvenida a la nueva edición de este famoso ciclo continúan a toda máquina.
La nueva temporada del Bailando se estrenará el 22 de agosto por la pantalla de América TV, según indicó Marcelo Tinelli. Por ende, los preparativos para dar la bienvenida a la nueva edición de este famoso ciclo continúan a toda máquina.
Y, mientras se afinan los detalles del Bailando 2023, a menos de un mes para su estreno, Ángel de Brito ha ido, también, dando a conocer detalles del show y sobre todo de los cambios que habrá a partir de agosto con esta nueva edición.
El periodista indicó que: “La novedad que voy a contar hoy del reglamento, porque hay varias, es que a partir de ahora y esto es importante porque va a aliviar a muchos participantes, no va a existir más el duelo”.
De igual forma, De Brito indicó en LAM que “Es un cambio histórico en el Bailando, no hay más duelo” y explicó que “se van a conocer los puntajes secretos, porque eso sigue existiendo. Y, como siempre, van a quedar tres, cuatro o seis parejas para la eliminación. Y en lugar de volver a bailar otra vez lo que ya bailaron, porque a muchos les tocaba bailar el viernes en el duelo lo que habían hecho el jueves o el mismo día, que ya lo habíamos visto y lo hacían peor muchas veces porque llegaban cansados, ahora lo va a definir el jurado”.
El conductor de LAM avanzó en su explicación sobre las nuevas reglas del Bailando: “El que tenga el voto secreto empieza. Supongamos que en el primer ritmo me toca a mí, yo salvo a Marixa (Balli). Sigue por orden, Pampita (Ardohain), y salva a Viviana Comenero. Y así hasta que queden los dos que el jurado no salva, que son los que van al teléfono”.
También detalló que a la hora del salvataje en el Bailando 2023, no hay un criterio único. “Cada jurado vota lo que quiere. Puede ser la pareja que mejor bailó, la que te cae mejor, la que menos odiás, la que más te divierte...”, dijo. Y reconoció que el método era “cero objetivo”, como también lo es el Bailando en sí. “Así que bueno, arréglense”, concluyó.