Lamentablemente, Kim Kardashian y Kanye West fueron advertidos por los médicos para que no tengan más hijos, debido al gran riesgo de salud que implicaría tanto para Kim como para el bebé.

Luego de los riesgos de salud que enfrentó con el parto de North y Saint West, fue aconsejada para que Saint sea el último hijo de la pareja. Kim sufrió en sus dos embarazos de placenta adherida, una condición muy riesgosa en la que la placenta se adjunta a la pared uterina.

Como pudimos ver en un episodio de la nueva temporada de “Keeping up with the Kardashians”, según los que le decían sus médicos, si vuelve a tener otro hijo podría volver a pasar por el mismo problema y pondría en riesgo la vida de su bebé tanto como de ella. Además, el nacimiento de Saint fue muy doloroso para Kim, aunque él disfrute de un perfecto estado.

Uno de sus mayores problemas antes de dar a luz a se segundo hijo fue la posición en la que el bebé se encontraba. “Me he rendido ante los problemas de placenta y no lo he pensado mucho. Sin embargo, mi preocupación más reciente es que el bebé está de nalgas, es decir, la posición incorrecta para el nacimiento. Debía girarse en la semana 32, así que ahora tendré que someterme a una cesárea”, explicó la estrella durante su embarazo para explicar su preocupación por el tema.

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