La vida de esta perrita fue de lo más difícil, abandonado por la sociedad y luchando por sobrevivir en las calles. Pero gracias a la ayuda de un amable extraño su vida cambió por completo.

Esta perrita pasaba sus días luchando por encontrar comida y refugio.

Padecía desnutrición y estaba llena de parásitos que carcomían su piel, que además tenía quemaduras de sol.

Hasta que una familia de buen corazón la encontró en una carretera y decidieron ir en su ayuda. A pesar de una vida de abusos, la perrita no dudó en ir con sus nuevos dueños que lo bautizaron como Kelsey. Su vida estaba por cambiar.

A pesar de la adversidad, Kelsey tenía una personalidad dulce. En sus ojos se veía la gratitud hacia su nueva familia.

Con una gran desnutrición a cuestas y una piel muy afectada, la perrita comió y bebió con ansias lo que los doctores le daban.

Esta delgada perrita se entregó a los cuidados de los veterinarios que la bañaron y cobijaron con un cariño desconocido para ella.

A pesar de enfrentar una difícil vida, la dulce Kelsey dio lo mejor de sí para recuperarse.

Poco después fue dada de alta y se mudó con su nueva familia a disfrutar del pasto.

Incluso aprendió la alegría de tener otros amigos perritos.

De a poco comenzó a subir de peso y a mejorar su salud.

Con el tiempo su piel sanó y comenzó a crecer su pelaje blanco.

Kelsey comenzó a disfrutar de las comodidades de su nuevo hogar.

Ahora la perrita estaba lejos del estado que tenía cuando sus dueños la adoptaron.

Gracias al amor de su nueva familia Kelsey tiene una nueva oportunidad para vivir y está disfrutando cada minuto de ella.