Tal vez nunca hayas escuchado esta palabra, pero es más común de lo que piensas. El término viene de una obra de teatro llamada “Gaslight”, que años después fue adaptada al cine, en donde un hombre cambiaba de lugar varios objetos de su casa por las noches, para confundir y llevar a la locura a su esposa. Es decir el Gaslighting es un tipo de violencia emocional que se ejerce para confundir a la victima.
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Pero en ¿qué consiste esta nueva forma de violencia? Básicamente en hacer dudar a una persona de sí misma, de su memoria, percepción y cordura, llevándola a padecer fuertes estados de confusión y angustia ¿para qué? Pues para mantenerla vulnerable y así poder manipularla de forma más eficaz.
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De acuerdo con algunos psicólogos de la UNAM esta practica es de antaño, la han usado reyes, dictadores y algunos de los criminales más peligrosos de la historia, pero se ha puesto de moda entre los jóvenes que sostienen relaciones toxicas y enfermizas.
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