Comenzar una dieta es difícil, pero mantenerla lo es mucho más. Si cada vez que pasa algo inesperado en tu vida, te sientes mal emocionalmente, o tus sentimientos están cambiando y justo tienes un antojo, es posible que tengas el síndrome del hambre emocional. Para evitar que esto termine con tu dieta, te brindamos cinco pasos para diferenciar el hambre emocional del real.

1. Cuestionarse a sí mismo. Expertos en el tema aconsejan preguntarse a sí mismo por qué quieres comer eso, cómo te sientes y si algo falta en tu vida.

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2. Cambiar la rutina. Distrae tu mente al menos 20 minutos al día en algo que te guste como conversar con alguien, salir a caminar, leer un libro o escuchar música. De esa forma, ya no pensarás en comida.

3. Meditar o respirar. Esto se aconseja hacer cuando sientes estrés. Es recomendable practicar yoga para reducir los niveles del mismo.

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4. Sustituirlo por otro saludable. Cuando se tiene mucha hambre o antojos, se puede sustituir lo que queremos comer por algo saludable como yogur griego o cualquier otro alimento que no sea dulce o demasiado salado.

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5. Llevar notas de lo que se come a diario. Escribir sobre lo que se come diariamente a igual que los sentimientos. Esto te permitirá saber qué necesitan tu mente y tu cuerpo.

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