Existen muchas formas de comer y acompañar un alfajor, una de ellas es con un rico glaseado, el cual además de aportarle más sabor, ayuda a que estos se conserven más tiempo gracias a su capa protectora. Si deseas preparar uno, aquí te tenemos una de las recetas más fáciles y solo necesitarás tres ingredientes y pocos minutos de tu tiempo.
- 100 gramos de azúcar impalpable
- 25 centímetros cúbicos de agua (aproximadamente)
- 1 cucharadita de jugo de limón (opcional)
Recetas: Así vas a preparar el glaseado para tus alfajores
Para iniciar con el proceso, lo primero será agregar el azúcar impalpable en un bol de gran tamaño, debido a que allí bañarás los alfajores, aunque ten en cuenta que no se te dificulte cubrirlos con el glasé, por lo que recomendamos utilizar uno de unos 12 cm de diámetro.
Seguidamente vas a añadir el jugo de limón, el agua a cucharaditas y vas mezclando hasta lograr una consistencia deseada. Si no te gusta el limón puedes obviarlo, sin embargo además de aportar sabor, contribuye a que el glaseado quede mucho más blanco.
Para un mejor resultado, la consistencia debe quedar como la ves en la imagen, para que al levantarlo con la cuchara pueda formar un hilo un poco fino y que no se quiebre, por lo que de suma importancia, realizar los pasos tal y como se indica.
Si observas que el glasé se va poniendo un poco espeso a medida que bañes los alfajores puedes corregirlos con un poco más de agua o jugo de limón cada vez que lo veas necesario. Recuerda que dentro del recipiente en el que lo bañaras, lo vas a girar con dos tenedores para que así queden impregnados completamente.
Luego vas a llevar los alfajores a una placa con papel manteca, placa de silicona o papel antiadherente para que se queden de la forma adecuada. Este proceso puede demorar unas 8 horas y más su resides en un lugar húmedo o estas en temporada de invierno.
Cuando haya trascurrido el tempo, ya tus alfajores estarán listos para disfrutarlos con este rico glaseado el cual es muy de sencillo de hacer y verás su gran aporte en sabor, motivo por el cual seguramente volverás a prepararlo.