
Fue la noticia del 2012: cuando Cecilia Giménez, con todas las mejores intenciones del mundo, intentó arreglar una histórica pintura religiosa, pero falló. El fail llegó a las redes y Boom! saco risas a nivel global, Cecilia se deprimió durante un tiempo, pero hoy, es pura risa, ¿por qué?

Hasta la fecha, han llegado más de 160.000 al Santuario de Nuestra Señora de la Misericordia, dando paso a una industria de regalos y recuerdos para los curiosos turistas, incluso hicieron un vino con la cara de la pintura.

El ingreso a la iglesia tiene un costo de un euro. Lo que ganan se reparte entre un hogar de ancianos y Giménez, quien debe cuidar a un hijo de 56 años que sufre de parálisis cerebral.
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