
A las pocas semanas de que murió don Roberto Gómez Bolaños, el 28 de noviembre de 2014, su viuda, Florinda Meza, de 67 años, puso a la venta la casa de la Ciudad de México que el comediante le heredó y en la que la pareja vivió por más de 30 años .

Sin embargo, nadie quiso pagar los 34 millones de pesos que solicitaba; y ahora que por fin había un cliente que ofrecía 30, de último momento la actriz se arrepintió y dijo que no la vendería por un motivo muy importante que se lo impedía.

Una persona cercana a ella, nos contó todo: “Vio al ‘espíritu’ de su esposo vestido de blanco en un túnel de luz, ¡y le ordenó no venderla! Le dijo que mejor vendiera la residencia de Cancún. Y así lo hará ahora”.
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