La tortuga Diego salvó de la desaparición a toda su especie tras haber reproducido en cautiverio a 800 crías en el archipiélago de las islas Galápagos, en Ecuador.
“Es un macho reproductor sexualmente muy activo. Ha contribuido enormemente a la repoblación de la isla”, aseguró Washington Tapia, asesor del Parque Nacional Galápagos (PNG) para la restauración de quelonios.
Según el especialista, Diego es un Chelonoidis Hoodensis que tiene más de 100 años y comparte con seis hembras un corral de crianza del PNG en Puerto Ayora, en la isla Santa Cruz.
“Hasta hace unos seis años atrás, que hicimos un estudio genético, encontramos que él era el padre de casi el 40% de las crías repatriadas a Española”, explicó Tapia.
Además, Diego es la versión contraria del apodado “Solitario George”, la tortuga ejemplar de la especie Chelonoidis abigdoni que murió sola en 2012 luego de negarse a aparearse con otras hembras.