miércoles 20 de septiembre 2023
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Tres trucos mágicos para limpiar el sofá y dejarlo como nuevo

El sofá es una de las piezas fundamentales en el mobiliario de un hogar y con estos trucos infalibles, su limpieza pasará de ser tediosa a ser sencilla

Entre los miles de trucos que existen para hacer limpieza efectiva en el hogar, hay unos que están dedicados al mantenimiento del sofá, una de las piezas clave en el mobiliario de un hogar ya que frecuentemente es el centro de reunión de amigos y familia, en el que se pasan horas sentado hablando, viendo series de televisión, leyendo e incluso merendando o cenando.

Precisamente por la gran función que cumple en el hogar, es una de las piezas que más se ensucia y su limpieza llega a convertirse en un momento tedioso y complicado. Sin embargo, existen trucos que hacen la labor más sencilla.

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Los tres trucos mágicos para asear el sofá

-La fórmula mágica: de todos los trucos este funciona muy bien para eliminar las manchas. Consiste limpiarlas con una mezcla de jabón en escamas, agua caliente y amoniaco.

-Manchas de líquidos: Si se derrama café, jugo, té o incluso una cerveza, solo se necesita un paño húmedo y la tela antimanchas hará el resto. Pero, se debe tener cuidado con no frotar la mancha, absórbela con cuidado usando un paño limpio y seco, presionando sobre ella y repite el proceso hasta que se haya absorbido todo el líquido. Al final, con un paño seco, presiona la tela con pequeños movimientos circulares hasta que la mancha desaparezca.

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-Manchas de vino: Un copa de vino derramada en un sofá no es el fin del mundo y se puede arreglar. Seca la mancha con papel, presionando sin frotar. Luego, pon unas gotas de agua sobre la mancha y después frota con una pastilla de jabón realizando movimientos circulares. Lo mejor es utilizar un jabón neutro, el tradicional de toda la vida y evitar detergentes o productos químicos fuertes. En caso de duda, realiza una prueba en una zona poco visible del sofá para asegurarte de que no mancha la tela. Posteriormente, seca la mancha con un paño haciendo movimientos circulares y aplica unas gotas de agua para eliminar el jabón. Termina el proceso secando la zona con papel absorbente, presionando la tela sin frotar.

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