El colibrí es una de las aves que destaca, tanto por su colorido y sonido, como por su rapidez. Y, aunque tiene un hermoso aspecto no solo por eso su llegada a una casa genera buenas energías, sino que su visita también puede tener un significado muy especial.
Varias son las culturas que tienen creencias con respecto a la visita de un colibrí al hogar y muchas de ellas están asociadas a un hecho positivo y de buen augurio. Esta ave, también llamado picaflor, es uno de los animales más atractivos por naturaleza.
Pero, más más allá de ser un ave delicada y colorida, logra los 1.200 latidos por minuto, haciendo que sus alas se muevan hasta 90 veces por segundo. El colibrí es herbívoro e históricamente ha sido considerado como un mensajero divino y portador del amor. Por eso, siempre es bien visto cuando llega a un hogar.
Colibrí: la leyenda
Hay una leyenda guaraní que indica que cada vez que a tu casa llega un colibrí se trata de personas que amamos, que ya no están en este mundo y que están visitándonos.
Esta leyenda describe que cuando una persona abandona su cuerpo terrenal, o sea cuando muere, el alma se desprende y vuela para ocultarse en una flor. Ahí espera al manimbú el nombre guaraní para esta ave.
El mágico pájaro recoge las almas desde las flores, para guiarlas con amor al paraíso. Es por eso que en ocasiones, en su camino visitan por última vez a sus seres amados. Además, esta narración explica la razón por la que los colibrís vuelan de flor en flor.
La realidad es que no sólo los guaraníes creen en el colibrí sino que en otras culturas vinculan a este animalito con tierras de hadas y que atraen el amor a nuestras vidas.