Este 14 de febrero pero no fue un día de San Valentín habitual para una madre en Cracovia, Polonia, debido a que dio a luz a quintillizos, motivo por el que la noticia dio la vuelta al mundo en poco tiempo.
Este 14 de febrero pero no fue un día de San Valentín habitual para una madre en Cracovia, Polonia, debido a que dio a luz a quintillizos, motivo por el que la noticia dio la vuelta al mundo en poco tiempo.
Lo curioso del caso, es que la mujer llamada Dominika Clarke ya tiene cinco hijos que van desde los 10 meses a los 12 años.
la madre dijo sentirse "mejor de los esperado", luego tener a sus cinco hijos: "Habíamos planeado tener un octavo hijo, pero resultó que llegaron muchos más".
Este hecho no es nada común, debido a que sucede 1 cada 52 millones de veces, por lo que el suceso se hace aún más notorio.
En sus declaraciones a la prensa, Dominika, también le puso un poco de humor: "Teníamos más posibilidades de ganar la lotería que de tener tantos bebés".
Un mito sobre el embarazo ya tiene confirmación científica. Los bebés en el útero tienen la capacidad de sentir el sabor de los alimentos que consume la madre durante el embarazo. Todo se logró saber gracias a la expresión de la cara de un grupo de bebés aún no nacidos, captada a través de ecografías en 4D, las cuales fueron captadas por científicos.
En este estudio, realizado por un equipo de la Universidad de Durham en Reino Unido, los científicos obtuvieron la primera evidencia directa de que el feto reacciona a los sabores de los alimentos ingeridos por la madre.
El estudio contó con la ejecución de ecografías a más de cien embarazadas. En ellas se observaron las reacciones de los bebés a los sabores de la zanahoria o repollo poco tiempo después de que las madres los hubieran comido.
En el estudio, los fetos expuestos a la zanahoria mostraron más respuestas de “cara de risa”, mientras que los expuestos al repollo mostraron más respuestas de “cara de llanto”, revelaron voceros de la universidad a través de un comunicado.
Los resultados de la investigación fueron publicados en Psychological Science. Allí consideraron que lo que comen las embarazadas podría influir en lo que pueden preferir gustativamente los bebés después de nacer.
Al observar las reacciones faciales de los fetos “podemos suponer que una serie de estímulos químicos pasan a través de la dieta materna al entorno del feto”, dijo Benoist Schaal, de la Universidad de Borgoña (Francia), uno de los investigadores.