El caso de Madeleine McCann, la niña británica desaparecida en 2007 durante unas vacaciones familiares en Portugal, cobró relevancia hace unas semanas cuando la joven polaca Julia Wendell sorprendió a todos al asegurar que ella era la nena desaparecida.
Fue a través de un perfil de Instagram que Julia Wendell entró en escena, mostrando sus pruebas de que ella podría ser Madeleine McCann e instando a los padres de la niña británica a realizarse una prueba de ADN para despejar dudas.
Sin embargo, su versión despertó varias sospechas sobre la veracidad de lo que decía, por dos principales razones: las edades no coincidirían y el caso de Madeleine había determinado que la habían asesinado.
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Semanas después, con la ayuda de una abogada y médium, Julia Wendell asomó que ella podría no ser Madeleine McCann, pero insistió que había secretos en torno a su verdadero origen y que, ella también sería una niña desaparecida.
Madeleine McCann: la otra posible identidad de Julia Wendell
Recientemente se dio a conocer que Julia Wendell viajó a la ciudad de California, Estados Unidos para buscar respuestas. Para sorpresa de todos, esta joven podría no tratarse de Madeleine pero sí sería otra niña desaparecida.Por estas razones, se sometió no sólo exámenes de ADN sino también a pruebas genéticas, para realizar un análisis forense al respecto.
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El medio británico The Sun publicó que Julia se había sometido a esta prueba y a partir de ahí, surgió la hipótesis de que podría ser Livia Schepp, una niña que desapareció en Suiza, en 2011, con su gemela Alessia. En aquel entonces ambas tenían seis años y habían protagonizado un escalofriante y confuso caso.
Estas gemelas habían viajado con su padre, que se las había llevado un fin de semana, desde la localidad suiza de St-Sulpice, cercana a Lausana. El hombre llamado Matthias Schepp, se terminó suicidando en las vías del tren, pero nadie nunca supo del paradero de las pequeñas. En aquel momento, se sostuvo que su mismo padre las había matado, pero nunca encontraron los restos.