A pocos días de comenzar el Mundial Sub 20 que se celebrará en nuestro país y en el que Javier Mascherano es el encargadode dirigir a este grupo para tratar de conquistar el campeonato y emular así lo hecho por la de mayores en el Mundial de Qatar donde su amigo Lionel Messi fue uno de los grandes protagonistas.
En medio de los arduos entrenamientos que tiene la selección día tras día de cara a la jornada inaugural, Mascherano decidió relajar un poco las tensiones contando una peculiar anécdota relacionada a su hijo y al astro argentino.
“El nene desde antes del Mundial se ha fanatizado de una manera con el fútbol. Me vuelve loco. Antes del Mundial le mandábamos mensajes a Leo. Él empezó a darse cuenta de que el papá jugó al fútbol hace poco tiempo", inició en su relato.
"Va viendo fotos en la computadora y empezó con el tema de decir: ‘Quiero sacarme una foto con Messi’. Bueno, mandale un audio. Esto fue antes del Mundial y Leo le contestaba. ‘Decile a tu papá que cuando vaya a casa para Navidad te lleve’. Se encontró que de la nada pasó lo que pasó”, destacó.
El pedido del hijo de Javier Mascherano sobre Lionel Messi
El entrenador contó que en una ocasión le mostró la imagen del WhatsApp de Messí por lo que el pequeño le hizo un peculiar pedido: “Llegó el momento y cuando lo llevé era una cosa de tocarme la pierna y preguntarme si Leo era el real. Mirá que no para de hablar, pero por media hora se quedó helado".
"Ahora le escribe y manda audios al Chiqui. Cuando puedo ir al predio, me quiero sacar fotos en la copa. El Chiqui le contesta encima, un personaje”, expresó Macherano contando las ocurrencias de su pequeño hijo.
Mascherano también aprovechó la ocasión para hablar de los goles que marcó durante su carrera: “Antes de los partidos normalmente hacíamos algunas finalizaciones. A Luis Enrique le gustaba mucho el tema de hacer competición", comenzó.
"Y yo la verdad que siempre andaba bien. Siempre me día: ‘Cómo puede ser que acá en el entrenamiento hagas estos goles y en los partidos no’. En los partidos llegaba al área rival y veía el precipicio. Era algo psicológico”, confesó.
“Me volvían loco con que no me podía ir del Barcelona sin meter un gol. Piqué y toda la banda loca esa me volvió loco para patear. Yo no iba a patear, no quería patear, Leo me lo ofreció un montón de veces y no quería. Los hinchas empezaron a presionar, me jodían bastante dentro del plantel y se terminó dando”.