Hoy en día tener un teléfono móvil es indispensable y la mayoría de la población tiene este tipo de dispositivos con el que pasan incontables horas en la mano. Para protegerlo y realzar su estética, lo mejor es utilizar fundas de silicona y, aunque hay diseños para todos los gustos, las más usadas son las transparentes.
Pero, hay un problema con este tipo de fundas ya que, si bien es cierto que al principio se ven muy bien, al pasar el tiempo su estética cambia y adquieren un color amarillento. Ante esto no es necesario comprar una nueva, ya que es posible recuperar su estado inicial.
Cuando la funda transparente del teléfono móvil se ensucia, antes de tirarla y comprar otra, es preferible limpiarla y acá presentamos cinco trucos tan sencillos que se pueden hacer en casa con ingredientes básicos.
Teléfono móvil: cinco trucos para dejarlas como nuevas:
- Si la funda del teléfono móvil es de plástico, silicona o goma, se puede recurrir al agua, jabón de lavavajillas líquido y un estropajo suave. Se deben mezclar en un recipiente el agua caliente con un poco de jabón, hasta que haga espuma. Pero hay que tener cuidado, puesto que esto no debe estar a una temperatura elevada para no estropear la carcasa, se frotan las dos caras con cautela.
- Usar limón: Al agua con jabón, se le puede añadir un poco de zumo de limón. En esta mezcla, se sumerge la funda durante unas dos horas.
- El infaltable bicarbonato de sodio: Añadir una cucharada en un recipiente con un poco de agua. Tras esperar unos minutos, se distribuye la mezcla por la funda, dejando que actúe media hora, como mínimo. Las zonas de difícil acceso se limpian con un cepillo y, después, se aclara bien.
- Alcohol isopropílico: Si la funda está muy sucia, hay que darle un “plus” de limpieza. Esto se consigue humedeciendo un paño de microfibra con alcohol isopropílico, y se frota a conciencia.
- Lejía: A esta sustancia se puede recurrir cuando el nivel de suciedad de la funda del teléfono móvil es muy elevado, pero la carcasa tiene tal calidad que quiere recuperarse. Lo más importante es que se debe tener precaución y protegerse de salpicaduras en la piel. Mezcle en un recipiente tres partes de agua con dos de lejía, y se sumerge durante media hora. Hay que enjuagar y aclarar muy bien.
