Nina Agdal tiene solo 25 años pero detrás de ella una larga carrera como modelo. No solo que ha trabajado para marcas como Victoria’s Secret y Babe, si no que ha protagonizado innumerables portadas en revistas como Sports Illustrated Swimsuit y Maxim.
Sin embargo, existe una revista que no la quiere incluir en su portada, y todo por considerarla que no encaja en los talles que manejan. Cansada de lidiar con estos problemas en la industria del modelaje, Nina se abrió en un empoderador mensaje en Instagram.
“Hoy, estoy decepcionada y consternada por la dura realidad de esta industria. Unos meses atrás, asentí en realizar una sesión de fotos con un equipo creativo en el que creía y con el que estaba contenta de colaborar. Cuando mi agente recibió un email concluyendo que no iban a publicar mi portada porque “no reflejaba bien mi talento” y “no encajaba en el mercado”, el editor afirmó que mi look se había desviado de mi portfolio y que no encajaba en el tamaño de las muestras, algo que es completamente falso”, escribió, indignada.
Y luego continuó detallando que su cuerpo siempre fue diferente a los de la industria: “Si alguien tiene algún interés en mí, saben que no tengo un cuerpo promedio como el que ven en las modelos. Tengo un cuerpo formado atléticamente y curvas saludables. Luego de un año duro de alejarme de las presiones insensibles e irreales de la industria, y de lidiar con ansiedad social paralizante, fui a esa sesión de fotos como una MUJER de 25 años, sintiéndome más cómoda con mi propia piel y más saludable que nunca. Algunos días soy una talla de muestra, otros días soy talla 4, otros 6. No he crecido como una modelo de pasarela y nunca he sido un palo delgado. Ahora, más que nunca, abrazo mis curvas y entreno en el gimnasio para mantenerme fuerte y, más que cualquier otra cosa, cuerda”.
“Estoy orgullosa de que mi cuerpo se ha transformado desde que comencé este loco camino, como una CHICA de 16 años con hábitos alimenticios insanos e insuficientes. Mientras tanto, siento vergüenza por ustedes y agradecimientos al editor por reafirmar lo importante que es vivir tu verdad y decirla en voz alta, sin importar quién eres ni que talla usas. Decidí revelar una imagen para hacer tomar consciencia y apoyar una problemática que es más grande que lo que me sucedió a mí, y que afecta a muchas personas que no son de la industria de la moda. Juntemos a las mujeres en celebración de nuestros cuerpos. Encontremos maneras de levantarnos entre nosotras, en vez de, constantemente, encontrar formas de destruirnos”, concluyó, hablándole a todas las mujeres sobre la diversidad de cuerpos.
Lo cierto es que nadie puede decirte cómo tenés que lucir, cómo tiene que ser tu cuerpo o dónde tenés que encajar. Si caminas por la calle ves tanta diversidad de seres humanos, que sería casi utópico creer que todos ellos pueden encajar en un mismo molde. Entonces, mientras tanto, abracemos el mensaje de una modelo que lo ha sufrido en carne propia, y dejemos de mirar las revistas como algo aspiracional. Seamos nosotras mismas, y, en ese proceso, amémonos.
