En la Argentina son cada vez más los casos que se registran entre los adolescentes, 4 de cada 10 estudiantes secundarios sufren bullying, según una estadística publicada recientemente por el diario La Nación.
Ante estas estadísticas que son calificadas como alarmantes, el Gobierno lanzó, a través de la Subsecretaría Nacional de Juventud, una plataforma digital para consultas con profesionales en vivo a través de una charla informativa y que tiene el objetivo de evacuar dudas acerca de conductas malignas.
Esta iniciativa se llama “Hablemos de todo” y está disponible en el sitio hablemosdetodo.gob.ar y, si bien está destinada a chicos de entre 15 y 25 años, cualquiera puede participar de la misma.
A partir de esta problemática actual decidimos hablar con José Manuel Villareal, Licenciado en Psicología, y evacuar algunas dudas al respecto. “Es básicamente un hostigamiento sistemático, el cual se produce en el contexto escolar con un destinatario específico. Todos los aspectos negativos de un grupo se depositan sobre una persona, quien es peyorativizada y despreciada por el resto del grupo. Es un fenómeno grupal y como tal se condensan en la víctima”, reflexiona.
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Con respecto a las bromas entre chicos, opina: “Los chistes pueden ser una situación graciosa en la cual nos reímos de algo que es divertido, pero en el bullying las risas siempre van a una víctima particular y apuntan a menospreciar y ningunear a la víctima haciendo hincapié en sus rasgos personales, en sus atributos que lo volverían inferior al resto. En un chiste lo que hay es una situación compartida. En cambio, el bullying es la sistematización de agravios”.
“Si bien aparece delimitada la víctima y el victimario, siempre hay algún sujeto o dos que tienen la legitimidad necesaria para producir esta agresión sobre la víctima. Es un emergente grupal, es importante no naturalizarlo y la única vía para tratarlo es con el grupo entero ya que si lo tratamos de manera individual esto no sirve”, comenta sobre una salida genuina de este mal. Y sentencia: “No hay una situación real que justifique el bullying y es por eso que es importante no desviar la atención de este fenómeno grupal con políticas sociales que acompañen”.
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